La campaña agrícola 2025 transita semanas decisivas en condiciones extremadamente desafiantes. Mientras los productores intentan cerrar la cosecha de soja y maíz, los excesos hídricos dejan lotes intransitables, retrasan las labores y comprometen la implantación del trigo en las principales regiones productivas del país.
La demora con respecto al promedio de los últimos cinco años se agrava y ya acumula 8 puntos porcentuales. En paralelo, grandes zonas agrícolas del país siguen con parte de la cosecha gruesa pendiente, bloqueada por la falta de piso y el exceso de humedad en los granos.
Las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos reportan anegamientos persistentes en campos clave y en muchas zonas, las sembradoras no pueden ingresar por el barro, mientras las cosechadoras esperan condiciones que no llegan. La situación se repite en el centro-sur de Santa Fe, el noreste bonaerense, el este cordobés y el oeste entrerriano. La superposición de tareas agrícolas se vuelve crítica.
Tercer día de siembra de #trigo. Sur de la provincia de Sta. Fe. 149 Kg de Pehuen. #Agro pic.twitter.com/bnuCFwxkPc
— Mario Garay Conde (@mgarayconde) June 6, 2025
Desde la BdeC advierten que la campaña atraviesa uno de los momentos más delicados de los últimos años, con riesgos operativos y económicos crecientes. Muchos lotes de soja de segunda no se han podido trillar y eso obstaculiza la preparación de los suelos para los cultivos de invierno. Los productores enfrentan una encrucijada: esperar mejores condiciones para finalizar la cosecha o forzar la siembra de trigo en campos sin terminar de liberar.
Dentro de este escenario adverso, el Centro-Norte de Córdoba emerge como una de las pocas zonas con buen ritmo de siembra. En la última semana, esta región logró un avance de 34,7 puntos porcentuales, aprovechando una ventana de humedad superficial manejable.
Sembrando #Fina. Camino a
— Jorge Mercau (@JorgeLMercau) June 2, 2025
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Según los técnicos de la BdeC, los productores locales actuaron con rapidez para evitar que se cierre esa oportunidad, conscientes de que las lluvias podrían volver a complicar el panorama. En contraste, otras regiones del país no corren con la misma suerte.
En la región núcleo, uno de los epicentros productivos más importantes del país, la situación es crítica. El informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR)destaca que las lluvias intensas del mes pasado dejaron más de 600 mil hectáreas de soja aún sin recolectar, con pérdidas puntuales por desgrane, brotado y problemas sanitarios.
En muchos casos, los productores no solo no pueden sembrar trigo, sino que aún esperan terminar de levantar cultivos estivales afectados por los excesos. La imagen que se repite en los reportes es la de máquinas frenadas, caminos colapsados y lotes embarrados.
Los perfiles de suelo muestran una situación paradójica: el nivel de humedad es excelente para iniciar la campaña fina, pero al mismo tiempo esa condición impide avanzar. En muchos casos, los técnicos consultados por la BCR advierten que el agua acumulada no drena lo suficientemente rápido, sobre todo en suelos pesados o mal estructurados.
Eso podría dar cierta tranquilidad a futuro, pero no resuelve el problema inmediato. Mientras las lluvias no den tregua y las temperaturas no se mantengan estables, la ventana de siembra de trigo seguirá bajo presión y si se acorta demasiado, podría reducir el área efectiva del cultivo en varias regiones.
En simultáneo, el frío también juega su parte. Aunque no se prevén heladas intensas generalizadas, las condiciones podrían ralentizar aún más la emergencia del trigo ya sembrado.
Más allá del retraso agronómico, el costo económico que generan estas condiciones empieza a ser significativo. La logística agrícola se complica: los camiones tienen problemas para ingresar a los campos, se rompen caminos rurales y los contratistas deben reprogramar tareas a contrarreloj, lo que dispara los costos operativos.
Por acá tiene que salir el maíz.... complicado por éstos lados. pic.twitter.com/nOGO9uPDmb
— Andres Garciarena (@AGarciarena) May 31, 2025
Las cámaras de productores señalan que también se ve afectado el cumplimiento de compromisos comerciales. Las entregas pactadas de soja y maíz a puerto o a industrias procesadoras se demoran, lo que puede generar penalizaciones contractuales o recortes en primas de precio.
Los técnicos también advierten sobre un riesgo sanitario latente: en zonas donde el trigo ya emergió, las bajas temperaturas combinadas con exceso de humedad podrían favorecer enfermedades fúngicas en estadios tempranos. El monitoreo y el uso preventivo de fungicidas serán clave para preservar la sanidad de los lotes implantados.